Planear es trazar de manera anticipada, un camino o una ruta crítica a seguir para el logro de algún fin u objetivo. Un adecuado plan de negocios incluye previsión en cuanto a las estrategias de marketing, de comercialización, entre otras, es por ello que el área fiscal, al igual que las demás áreas de la empresa, requiere planeación y sobre todo previsión.
Las operaciones de la empresa se deben monitorear no solo habiendo terminado cada mes, sino previo al término a efecto de optimizar la carga tributaria y evaluar si se está siguiendo el camino correcto que marcan las disposiciones fiscales.
También se deben de tener pre-cierres al menos cada tres meses, donde se proyecte y se prevea el resultado del ejercicio, así como se evalúe el comportamiento fiscal de la empresa, como si cada tres meses fuese el cierre del año fiscal, esto permite planear la forma correcta en que se debe cumplir con las obligaciones fiscales y evitar sorpresas.
Realizar un análisis de las operaciones del año una vez que ha cerrado el ejercicio fiscal, es una práctica fuera de plazo que elimina la posibilidad de ejercer cualquier acción correctiva.
La planeación y la previsión correctiva son ahora más necesarias que nunca. La autoridad fiscal si revisa nuestros números día con día, sería un error y una desventaja del contribuyente no hacerlo.